Muchas veces nos quejamos del desempleo y la falta de oportunidades que
existen en nuestra sociedad para las personas adultas mayores, pero ¿cuántos
realmente han pensado en emprender y crear su propia fuente de ingresos?
Empecemos a cambiar esa visión negativa sobre lo que pasa en nuestro
país y pensemos positivamente: ¿Qué he aprendido?, ¿qué me gusta hacer? y ¿tengo
algún hobbie que me permita realizar algo para comercializar? Son 3 preguntas
fundamentales que se deben contestar antes de tomar la decisión de emprender un
negocio en plena época de adultez.
Por ejemplo, una buena forma de empezar el cambio es preguntándose:
¿Qué falta en mi comunidad?
¿Cómo hacerlo?
¿Puedo traerlo de otro lado?
¿Qué cosas veo en otros países que aquí aún faltan?
¿Qué necesitan?
Muchas veces, después de cumplir 60 años y una vez ya jubilado tenemos
el tiempo para reflexionar sobre cuáles son las cosas que siempre anhelaste en
la vida y por fin dar rienda suelta a los sueños y proyectos de tus “años
mozos” para transformarlos finalmente en una realidad.
Lo mejor de todo es que puedes aprovechar todo el conocimiento,
experiencia y sabiduría que adquiriste a lo largo de tu vida, tanto en el
trabajo, como en la escuela y dentro de tu propia convivencia familiar, por lo
que es muy difícil que caigas en los mismos errores de antaño.
Es importante tener en cuenta que para emprender, aparte de disciplina y
esfuerzo, hay que recurrir al inventario personal, es decir, repasar todos los
conocimientos adquiridos durante la vida activa, ver cuáles sirven y qué
ámbitos te apasionan.
Por esto, es ineludible ser ordenado y focalizarse en lo realmente
importante, como por ejemplo, identificar y determinar cuáles son los grupos de
interés con los que aún mantienes una relación fluida, tanto laboralmente como
en la vida personal, ya que las redes de contacto son relevantes para conocer
el público objetivo al cuál puede ser más fácil llegar a través del
emprendimiento.
Recuerda siempre que un emprendimiento exitoso es una muy buena mezcla
de lo que sabes y te gusta hacer, los grupos a los que perteneces y las
oportunidades del entorno. Un emprendimiento recoge lo más relevante de cada
persona, aquello que le es único y diferenciador.
Ahora que tu perspectiva es distinta, ¿qué esperas? Empieza a elaborar
tu plan de trabajo, utiliza el internet a tu favor has que se vuelva tu mejor
aliado para tu nuevo proyecto de vida. Busca ideas que se acomoden a tus
gustos, conocimientos y a las necesidades que encuentras en tu comunidad, únete
con amigos o emprende tú mismo pero NO te quedes sentado esperando que las
oportunidades lleguen a ti. Tu momento es el hoy y el ahora, todo depende de
ti.
¡SOY VALIOSO, SOY EMPRENDEDOR!